sábado, 27 de septiembre de 2008

Una divertida ida de cabeza


WANTED


La aparente simpleza de la propuesta hace de Wanted un acertado hibrido de dos de las películas más influyentes de la pasada década, Matrix y El club de la lucha. Esta adaptación de la obra magna de Mark Millar recupera la violencia surrealista que mitifico la obra cyberpunk por excelencia, e imita sin temor alguno la indisciplina y el espíritu antisistema de la película de Fincher, clonando a ese héroe del siglo XXI cuya rutina diaria lo ha transmutado en un cuerpo sin alma. Pero la película que nos ocupa abandona la seriedad reflexiva de estas dos obras maestras apostando por el exceso visual, en donde romper con las leyes de la física es el procedimiento a cumplir. El cómic de Millar se muestra como un magnífico punto de partida que se plasma en un regular y divertido guión que deleitará a los entusiastas del cine de consumo rápido. Pero esta preeminencia es empañada por el irreverente estilo del director (Timur Bekmambetov, responsable de Guardianes de la Noche), cuya capacidad por dotar a sus obras de cierta rebeldía formal se desvanece frente a su abusivo empleo de los utensilios digitales.
Aun así el conjunto termina imponiéndose y Wanted se alza como un nuevo ejemplo de que el subgénero de las adaptaciones de comics ya no es un cine en el que refugiarse sino un medio con el que deslumbrar.

lunes, 15 de septiembre de 2008

Pendiente de título


Que el mundo audiovisual patrio está en crisis es de sobras conocido, al igual que el hecho de que Internet se haya convertido en un refugio para todos aquellos aventureros dispuestos a romper con los tópicos que han sepultado nuestro cine. Series como Lo Que Surja (http://www.loquesurja.es/) y Tu Antes Molabas (http://www.tuantesmolabas.com/) se han convertido en referentes de este innovador y ascendente movimiento, que sin contar con grandes medios ofrece productos de gran calidad.
A partir del día 30 de Septiembre se comienza a emitir un nuevo ejemplo de esta corriente creativa, Pendiente de Título (http://www.pendientedetitulo.com/.), serie creada por Ezequiel Romero y Alex Rodrigo con la que se pretende ofrecer una ácida visión de la vida universitaria, utilizando los estereotipos sociales, las referencias culturales y el gag visual como herramientas con las que suscitar la carcajada. Pero la intención de estos dos jóvenes realizadores es ir más allá de los tradicionales episodios de 15 minutos, empleando los espacios tuenti, fotolog y youtube como instrumentos con los buscar la interactividad entre el público y la trama de la serie.
Un programa de ficción que si mantiene la surrealista vena cómica vista en el divertido trailer promocional será con toda seguridad una de las revelaciones de la temporada, al menos en Internet.

Más información en www.fotolog.com/la_serie_pdt.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Un espectáculo espectacular


Hellboy 2: El ejército dorado


Una ovación de más de 20 minutos en el Festival de Cannes del año 2006 coronó al director Guillermo del Toro como uno de los grandes hechiceros de la magia cinematográfica. Sus películas, sin arrasar en taquilla, habían sido el peldaño perfecto para este merecido título. En ellas aunaban de forma magistral la meditación con el espectáculo, la sencillez con lo portentoso, y sobretodo, lo personal con lo comercial. Fábulas para adultos sobre fantasmas, hadas y faunos que escondían metáforas acerca del amor, la soledad, la violencia y la crudeza de la realidad. Quimeras en las que incluso los seres más taciturnos les gustaría aventurarse para vivir mil y un episodios.
Estos mágicos valores se sintetizan en Hellboy 2, película que va más allá de la mera secuela para transformarse cual rana encantada en la obra más personal de este contacuentos mejicano. Un espectáculo visual en la que el director del El laberinto del fauno exprime su imaginación hasta límites prodigiosos, sustentándose sobre una fluida narrativa en la que la clásica interacción de comedia y aventuras se convierte en su principal baza.
Una prueba definitiva de que la precuela de la trilogía del anillo (El Hobbit) en manos de Del Toro solo puede desembocar en una cosa: una obra para la posteridad.

martes, 2 de septiembre de 2008

Una bien dada patada en la entrepierna


El magistral director David Fincher fue preguntado en una ocasión por la razón de porqué sus películas encandilaban a la crítica pero resultaban sonoros fracasos de taquilla. Ante esto, el director de El club de la lucha respondió que realizaba un cine que pretendía reflejar la mierda en la que se estaba convirtiendo la sociedad, y que gran parte del público no estaba aún preparado para asimilar esta realidad. Desde el punto de vista de un servidor, este es el extraño fenómeno que ha experimentado la serie televisiva Jericho, que bien podría ser descrita como una estupenda patada en la entrepierna a la política militar estadounidense.

La segunda temporada de esta maltrecha serie comenzó en Febrero de 2008 dentro de un derrotado panorama televisivo, herido como consecuencia de la grave huelga de guionista que estaba padeciendo la ficción norteamericana. La ausencia de una fuerte competencia hacía prever un importante éxito en lo que ha público se refiere, pero esta utopía no se consolidó y en poco más de un mes la serie creada por Stephen Chbosky, Josh Schaer y Jonathan E.Steinberg había sido cancelada por segunda vez en apenas 10 meses.

La serie narraba el día a día de un pequeño pueblo del estado de Kansas después de que las ciudades más importantes de Estados Unidos hubiesen sufrido un ataque nuclear, desatándose un estado anárquico. Sobre esta cautivadora premisa iniciaba Jericho su andadura televisiva en Septiembre de 2006, pero la falta de carisma de gran parte del reparto y la desafortunada decisión del equipo creativo de centrar la trama en las relaciones de los habitantes del pueblo en lugar de en resolver el sugestivo enigma de quién había causado el desastre nuclear, provocó que el público terminase por dar la espalda a este proyecto, obligando a la cadena norteamericana CBS a cancelar el programa tras una nefasta primera temporada.

Paralelamente, dentro de ese monstruo tecnológico que conocemos como Internet se había consolidado una amplia legión de fans que no estaban dispuestos a no volver a saber más de los habitantes de Jericho, por lo que a mediados de mayo de 2007 se inició una curiosa cruzada de protesta fundamentada en el envío diario de millones de cacahuetes a la sede de la CBS. En poco más de un mes se produjo el triunfo de este peculiar acto de rebeldía y Jericho fue renovado para 7 nuevos episodios.

En esta segunda temporada, la trama se centró en los esfuerzos de Jake y Hawkins (los 2 personajes principales) para vencer al responsable del ataque nuclear, pero esto era tan solo el embalaje de una pronunciada crítica contra la política llevada acabo por la administración Bush en Irak. Quizás esta tema de protesta pueda resultar monótono, más teniendo en cuenta su similitud con las decenas de películas que los últimos años han ido inundando nuestra cartelera (El Valle de Elah, La guerra de Charlie Wilson, Redacted, etc...), pero Jericho innova en la forma de introducir la crítica, utilizando el contexto social, económico y político en el que viven los personajes, semejante a la realidad del pueblo iraquí, para ofrecer una ficticia visión en la que son los propios ciudadanos americanos quienes sufren las secuelas de un estado impuesto de forma ilegitima. El brazo ejecutor de este poder recae al igual que en la segunda guerra del golfo, en los denominados contratistas, mercenarios del siglo XXI, cuya principal arma es su impunidad ante la ley, violando los derechos humanos sin consecuencia alguna.
El ejército norteamericano, reforzado por los ya mencionados mercenarios, irrumpió en 2003 en el estado iraquí simulando ser un esperanzador Mesías dispuesto a restaurar la paz en el territorio. Pero la anteposición de sus intereses y los de las hambrientas multinacionales que sufragan sus gastos, provocó que este salvador se terminase convirtiendo en un nuevo estado totalitario, sin escrúpulos a la hora de imponer su visión del orden. Los responsables de Jericho se bastan de tan solo 7 episodios para reflejar esta cruda realidad y ofrecer así su posición respecto a este conflictivo tema, que en 5 años después sigue ocupando las primeras páginas de multitud de periódicos internacionales.

Con un subtexto contrario a la de grandes éxitos de audiencia como 24 o The Unit, el orgullo de muchos norteamericanos fue herido y de nuevo Jericho fue condenado por las bajas audiencias. Pero como bien suele decir Chris Carter, creador de Expediente X; En la televisión norteamericana nadie muere definitivamente. Así que somos muchos los que mantenemos la esperanza de que el episodio titulado Patriotas y Tiranos, no sea el último de esta infravalorada serie, y más teniendo en cuenta que los hoy fenómenos de masas Star Trek y Stargate experimentaron en sus comienzos una acogida similar.

lunes, 1 de septiembre de 2008

Más de lo mismo, pero bien hecho


Venganza


La nueva incursión del siempre excelente Liam Neeson (La lista de Schindler) en el género de acción se salda con un escalofriante recital de violencia excusado en la necesidad de un padre por encontrar a su desaparecida hija en un período inferior a 90 horas. A pesar de la sencillez de la propuesta y su reminiscencia con cualquier bodrio sin aspiraciones de la decadente factoría Van Damme, Segal y compañía, Venganza se aleja en gran medida de la mediocridad habitual del género de acción, optando por imitar sin pudor alguno los cimientos de cualquier obra del realizador francés Luc Besson, productor de la cinta, lo que asegura una hora y media de entretenimiento en estado puro.
A lo largo de todo el metraje, el espectador asiste a una frenética carrera contrarreloj en la que los atronadores disparos, las desfrenadas persecuciones y las viscerales peleas se entrelazan de forma intachable con sádicas escenas, cuya crudeza deleitarán a las mentes más salvajes.
Los espectadores más avispados verán tras esta montaña rusa de adrenalina un riguroso reflejo de algunos de los crecientes problemas de la Unión Europea, como el tristemente conocido mercado de trata de blancas o el elevado número de bandas criminales provenientes del este.
Sin ofrecer nada nuevo ni romper con lo establecido, Venganza se corona como un aceptable espectáculo de acción que entusiasmará a los amantes de este desprestigiado género cinematográfico.