miércoles, 5 de noviembre de 2008

Camino


La polémica y controversia que marcará la andadura comercial de Camino, ensombrecerá a un excelente drama cuya verdadera intencionalidad no es la vulgar crítica contra el Opus Dei como muchos medios conservadores se han atrevido afirmar, sino denunciar a ese fundamentalismo religioso cuyo extremismo se antepone a los sentimientos humanos. Realidad que es utilizada por personas inmorales en su propio beneficio, bien sea de forma material o espiritual.
El nominado al Oscar Javier Fesser recurre al afamado caso de Alexia González-Barros, niña que falleció a los 14 años (en 1985) como consecuencia de un tumor y que a día de hoy se encuentra en proceso de beatificación, para escenificar este controvertible mensaje y posicionarse con respecto a ese valor en peligro de extinción que conocemos como religión.
Pero si bien, puede parecer que el señor Fesser es un director poco idóneo para un tema tan peliagudo como este, el responsable de película como El milagro de P.Tinto consigue lo impensable, mantenerse fiel a su particular estilo sin renunciar a la esencia de un género tan complejo como el drama y lograr construir una más que interesante película. Filme que este crítico jamás recomendaría al público de a pie, ya que su abusivo empleo de las técnicas más efectistas terminarán taladrando la estructura emocional del espectador hasta conducirlo a un estado en el que incluso los espectadores más inflexibles derramarán alguna que otra lágrima.

1 comentario:

Anónimo dijo...

¿Y qué muestras del estilo de Fesser de "El milagro de P. Tinto" se ven en "Camino"? ¿La leche que se da el padre en el coche? Pregunto...