miércoles, 25 de junio de 2008

Si, las adaptaciones de cómic pueden ser muy buen material de cine


Camuflada como una comedia gamberra, la maltratada Maltrats de Kevin Smith realizaba una profunda reflexión acerca del mundo de los cómics y la incertidumbre que provocan algunas cuestiones. Cuestiones que desde el punto de vista de cualquier mortal serían insignificantes y vergonzosas, pero desde el pensamiento de los fanáticos de este menospreciado arte, son de vital importancia. Jamás habríamos encontrado respuesta a estas preguntas en el universo que Ang Lee ofreció en su extraño Hulk, pero en cambio, Louis Leterrier se digna escarbar sobre estos temas. ¿Por qué? Porque al contrario que la película protagonizada por Eric Bana, el Increible Hulk sí que es una fiel adaptación del material original dirigida a los seguidores de este gigante verde. Esta nueva incursión supera los errores de la anterior versión, en dónde, quizá por su menosprecio al material original, el director asiático otorgaba una desmesurada importancia a profundizar en la personalidad de los personajes, dejando de lado la historia de aventuras y emoción, que en realidad es cualquier adaptación de cómic.
Gracias a una historia más comercial, una dirección sin grandes pretensiones y en especial, la introducción de un villano a la altura del protagonista, hecho imprescindible para cualquier película de aventuras o acción, El Increible Hulk es una de las mejores vías de entretenimiento que satisfará para seguidores del material original.

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