Escena 3: Los Crímenes de Oxford

El pasado 18 de Enero, se estrenó la nueva película de Alex de la Iglesia, un director que se ha caracterizado por hacer cine de calidad, comercial, impreso con un sello propio, comedia gamberra dentro de un contexto de friquismo. Un cine que gusta, y mucho. Con los Crímenes de Oxford, parecía que era el momento de Alex, para convertirse en un gran director más allá de nuestras fronteras, pero parece que ha desperdiciado esta gran oportunidad. ¿Razón? Se ha dejado olvidado en España ese estilo tan peculiar, que tan nos gusta, sustituyéndolo por un cine más que visto.
El guión, una adaptación de la novela de Guillermo Martínez, nos ofrece una premisa mil veces desgastada tanto en cine como literatura; un estudiante y su sabio profesor investigan una serie de crímenes. La relación de los asesinatos con las matemáticas, es el único factor novedoso en la historia, ya que los personajes terminan cayendo en los tópicos, y la mayor parte de ellos está ahí únicamente para abultar el saco de sospechosos, apareciendo y saliendo sin más. Y lo peor de todo, es que la única actriz patria, Leonor Watling, se pasa la mitad de la película enseñando los pechos y calentando al personal, siendo un personaje que cae continuamente en lo cómico. Aun así, estamos frente a una película entretenida, digna de un sábado por la tarde, con buenos actores, intriga, que agradará si se está pendiente a lo largo de las 2 horas, con bueno momentos, como el falso plano secuencia.
Esta película sería más que digna para cualquier director, pero proveniente del creador del Día de la Bestia o La Comunidad, supone una decepción. Aun así, seguro que este pequeño tropiezo únicamente será una baldosa rota en el camino hacia el reconocimiento internacional de este gran cineasta.