sábado, 2 de febrero de 2008

¿Debería volver Indiana Jones?


Bien entrados en el nuevo siglo, es ahora cuando los estudios de Hollywood miran a antaño en busca de ideas para solucionar una grave crisis de creatividad que está sacudiendo la industria cinematográfica. Ante esta situación, los remakes y secuelas de aquellas películas con las que crecimos se han convertido en la única solución para frenar el problema. Muchos hemos deseado ver de vuelta aquellos héroes que nos ponen los pelos de punta, pero sabemos que no tienen cabida en este mundo cinematográfico donde incluso una lágrima es artificial. Y sino que se lo pregunten a John Mclane, cuya última película dinamitó la saga sobre las que se cimientan las películas de acción modernas. Aun así, muchos han visto en esta resurrección la ocasión de enterrar de forma digna aquellos personajes que les convirtieron en leyenda, véase Stallone y su Rocky Balboa o John Rambo. Y es en esta masacre de los iconos ochenteros, cuando el personaje que nunca debería ser tocado, volverá a la pantalla. Sí, hablo del profesor de historia que todos hemos querido tener, Henry Jones Jr, para los amigos y enemigos Indiana Jones. Al contrario que las mencionadas sagas, las películas sobre el intrépido arqueólogo siempre han demostrado una calidad magistral, superando la anterior entrega, o manteniendo el nivel, sin altibajos, con secundarios de lujo, y terroríficos villanos.

Desde que en 1989 se estrenase la última entrega, numerosos han sido los rumores sobre el regreso de Indy a la gran pantalla, pero sin verificarse nada. Con el paso de los años, mucho seguidores vieron que una nueva secuela era imposible, y otros muchos comenzaron a pensar que también sería un error, sobre todo porque Harrison Ford cada vez se parecía menos al protagonista de En busca del arca pérdida. Tras el fracaso cualitativo de la segunda trilogía de Star Wars, George Lucas dejo ser visto como un ser divino, pasando a ser la encarnación del mal. Definitivamente un regreso era una mala idea. Fue entonces cuando salto la noticia de que Spielberg quería hacer una nueva entrega. En poco tiempo se puso en marcha campañas de apoyo al retorno, mientras que muchos otros, entre ellos un servidor, se oponían a que Indiana fuese interpretado por un hombre de casi 70 años. Mis peores temores crecieron cuando Sean Connery rechazó volver a encarnar al Henry Jones sr, y no había signos de vida de Sallah. En aquel instante pensé que a pesar de ya nadie se acordaba de Harrison Ford, y que Lucas se había convertido en sinónimo de destrucción del celuloide, Spielberg seguía siendo el mejor director de los últimos 25 años, y nunca dejaría morir de forma poco honrada a cualquier personaje de su factoría. Al cabo de los meses, salieron las primeras imágenes de la película, y para mi satisfacción no había rastro de Harrison Ford, únicamente veíamos a Indiana Jones, un par de años más viejo, pero seguía siendo Indy. Quizá ya no pueda subirse a un camión o tanque en marcha, pelearse con 20 hombres sobre un puente o correr delante de una bola, pero hará otras cosas que serán dignas de aplauso, y que con la música de John Williams, volveremos a sentirnos como niños cuando conocimos por primera vez al Doctor Jones.

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